MemorialCare - Your Guide to Postpartum and Newborn Care (Spanish)

EL CHUPETE (CHUPÓN) Y EL SMSL Tu bebé nace con el instinto de succionar. Aunque el ofrecerle un chupete puede satisfacer su deseo y, en ocasiones, calmarlo, muchos expertos recomiendan no hacerlo hasta que la lactancia esté bien establecida, alrededor de 3 o 4 semanas después del parto. Estas son las razones: • Cuando el bebé succiona el seno, los estimula para que sigan produciendo leche.

• El ofrecer el chupete muy temprano puede reducir el suministro de leche de manera inadvertida. • El uso del chupete puede dificultar tu reconocimiento de las señales de alimentación de tu bebé.

Darle a tu bebé un chupete a la hora de dormir y a la hora de la siesta puede ayudar a reducir el riesgo del SMSL. Si a tu bebé no le gusta el chupete, no lo obligues a usarlo. No le vuelvas a poner el chupete si se le cae de la boca. Nunca enganches el chupete a la ropa del bebé, no lo cuelgues de su cuello ni le pongas ninguna sustancia. Los chupetes deben higienizarse y verificarse con frecuencia, además de remplazarse regularmente.

LA HABITACIÓN COMPARTIDA Compartir la habitación (pero no la cama con tu bebé) es beneficioso para su salud general y su desarrollo. A menos que haya un problema médico por el cual deban estar separados, la mayoría de los hospitales permiten que las madres y sus bebés compartan habitación durante su estadía. Si tuviste un parto por cesárea, estás tomando analgésicos o no tienes un acompañante en la habitación, el equipo de enfermería estará allí para brindarte ayuda.

Pautas de seguridad para la habitación compartida en el hospital: • Tira del cable de emergencia o pulsa el botón de llamada si necesitas ayuda. • Nunca dejes a tu bebé solo o sin vigilancia por ningún motivo. • Mantén la cuna cerca de tu cama y lejos de la puerta. • Si estás sola y necesitas usar el baño, lleva la cuna hasta la puerta del baño y deja la puerta abierta. • Nunca entregues a tu bebé a alguien que no conoces o que no te muestre su tarjeta de identificación del hospital. • Siempre sigue los procedimientos de seguridad del hospital para que tú y tu bebé se mantengan a salvo.

Los beneficios de la habitación compartida • Disminuye el riesgo del SMSL. • Te permite aprender las señales de alimentación de tu bebé y a alimentarlo con frecuencia. • Al amamantar con más frecuencia, produces más leche. • Estás lo suficientemente cerca para calmar a tu bebé cuando llora. • Descansas más al dormir cuando tu bebé duerme. • Te ayuda a confiar más en el cuidado de tu bebé.

La habitación compartida es tan valiosa que la AAP alienta a que los padres sigan haciéndolo en la casa. Como compartir la habitación también reduce el riesgo del SMSL, la AAP recomienda esta práctica hasta que el bebé tenga al menos 6 meses.

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Tu guía para el cuidado posparto y del recién nacido