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Los sentidos del bebé

Primeros pasos con el bebé

Los bebés nacen con todos los sentidos: olfato, oído, vista, gusto y tacto. En el momento del nacimiento, algunos de sus sentidos están más desarrollados que otros, especialmente los del olfato y el oído. Los otros sentidos evolucionan de manera gradual a medida que el bebé crece.

La parte del cerebro que también controla la memoria procesa el sentido del olfato del bebé. Quizás esa sea la razón por la cual los bebés (y más tarde, los adultos) forman conexiones intensas entre ciertos aromas y las experiencias asociadas a ellos. La mayor parte de los bebés tienen un agudo sentido del olfato cuando nacen. El sentido del olfato se sigue desarrollando hasta alrededor de los 8 años. Durante su embarazo, es probable que su bebé haya pateado o se haya sacudido como respuesta a ruidos fuertes y que se haya calmado al escuchar música suave y tranquila. Esto se debe a que el sentido del oído del bebé está completamente desarrollado antes del nacimiento. Los recién nacidos parecen preferir una voz aguda a una grave. A todos los recién nacidos se les realiza una evaluación del oído antes del alta hospitalaria. Los recién nacidos solo pueden enfocar la vista a corta distancia. Ven mejor los objetos que están a entre 8 y 10 pulgadas (20 y 25 cm) de su rostro. Los recién nacidos pueden detectar la claridad y la oscuridad, pero no pueden ver todos los colores. También pueden imitar las expresiones y movimientos faciales de otras personas. En el transcurso de los primeros 4 o 5 años de edad, la capacidad del niño de enfocarse en los objetos mejora hasta alcanzar la visión normal 20/20. Después del parto, las papilas gustativas del bebé están muy sensibles. Pueden distinguir la diferencia entre lo dulce y lo amargo. Los bebés prefieren lo dulce, por lo cual adoran el sabor de la leche materna. A medida que los bebés crecen, el número de papilas gustativas con las que cuentan y sus reacciones a los diversos gustos se incrementan. Los diferentes sabores de su leche materna pueden tener un efecto positivo en las papilas gustativas de su bebé, haciéndolo más abierto a comer alimentos nuevos cuando sea más grande. La piel del bebé libera agentes químicos que promueven el crecimiento y el desarrollo del cerebro cuando se lo acaricia y acurruca. A los bebés los reconforta el contacto. El poner una mano sobre la barriguita del bebé o cargarlo estrechamente también ayuda a que su bebé se sienta más seguro. El contacto piel con piel (recostar al bebé con un pañal sobre su pecho desnudo) ayuda a reducir el llanto y a dormir más. Siga usando el contacto piel con piel todo lo posible.

OLFATO

OÍDO

VISTA

GUSTO

TACTO

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Capítulo 7: Primeros pasos con el bebé