Mount Auburn Hospital - Great Expectations (Spanish)
CONGESTIÓN NASAL Y HEMORRAGIAS NASALES La congestión nasal es otro problema frecuente durante el embarazo. Esto sucede
MICCIÓN Cuando el útero se expande, ejerce presión sobre la vejiga. Esto hace que muchas mujeres sientan la necesidad de orinar con frecuencia. No intentes controlarlo bebiendo
porque tienes más sangre en el cuerpo y esto hace que las fosas nasales se hinchen, tengas una sensación de sequedad e irritación o que empiecen a sangrar. Consejos útiles • Las gotas nasales de solución salina o un humidificador pueden ayudar a aliviar la sequedad. • Consulta a tu proveedor de atención médica antes de usar cualquier aerosol nasal. • Beber más líquido puede ayudar a reducir la sequedad. Para detener un sangrado nasal, presiona unos minutos un dedo sobre el lado que está sangrando. Si el sangrado es intenso o no puedes detenerlo aplicando presión, llama a tu proveedor de atención médica. cuando el aumento de peso por el embarazo reduce la velocidad de circulación de los líquidos hacia el corazón, especialmente desde los pies. A su vez, los cambios en los niveles hormonales también pueden causar retención de líquido en el cuerpo. Si observas hinchazón excesiva en las piernas o en el rostro y las manos, llama a tu proveedor de atención médica de inmediato. Podría ser un signo de un problema relacionado con la presión arterial. Consejos para reducir la hinchazón • Descansa con los pies y las piernas elevadas. • Usa pantimedias de soporte o maternidad. • Evita estar parada durante mucho tiempo. • Recuéstate sobre un lado para dormir o descansar. • Intenta hacer ejercicio con frecuencia, como caminar o nadar. • Bebe agua y evita los alimentos salados. HINCHAZÓN Es normal que los pies y las piernas se hinchen un poco hacia el final del embarazo, especialmente si hace calor. Esto ocurre
menos líquido. Es más importante que te mantengas hidratada y que bebas líquido cada vez que tengas sed. En la etapa final del embarazo, es posible que sufras pérdidas de orina al reír, toser, estornudar o agacharte. Las toallitas para incontinencia o los protectores de ropa interior pueden ayudar a mantenerte seca. Este problema suele resolverse por sí solo después del embarazo.
FLUJO VAGINAL Las hormonas pueden generar un flujo vaginal claro o blanco durante el embarazo. Si tienes un flujo vaginal que causa dolor o picazón (o tiene mal olor), consulta a tu
proveedor de atención médica. Es normal desarrollar hongos u otras infecciones vaginales que requieren tratamiento durante el embarazo. Las infecciones vaginales pueden ser incómodas pero no causan ningún daño al bebé. Para evitar la irritación de la vagina, si es necesario usa protectores de ropa interior livianos y sin perfume en lugar de tampones.
VÁRICES Las várices son bultos leves de color azul en las piernas y se producen cuando las venas se debilitan y se hinchan con sangre. Son más fáciles de ver cuando estás de pie.
El embarazo suele empeorar los problemas en las venas. El crecimiento del útero puede afectar la circulación de la sangre en las piernas. Esto significa que las venas necesitan trabajar más arduamente para transportar la sangre de regreso al corazón. Para que la sangre circule más libremente por las piernas: • Haz pausas con frecuencia y descansa con las piernas levantadas. • Realiza caminatas cortas u otra clase de ejercicios varias veces al día. • Usa pantimedias de soporte para la maternidad, no medias a la rodilla o al muslo. • No te quedes sentada ni parada en la misma posición sin moverte durante largo tiempo. • No cruces las piernas cuando estés sentada. Algunas personas presentan otro tipo de várices alrededor de la vulva (en la apertura del canal de parto). Las várices que aparecen en la vulva son bultos leves e irregulares que se pueden ver o sentir. Para mejorar la circulación de la sangre en esta zona, coloca una pequeña almohada debajo de los glúteos y las piernas para elevarlas mientras estás acostada.
Tu guía para un embarazo saludable
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