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La prevención de infecciones

Evite los besos y el contacto directo cara a cara con su bebé si usted o su pareja tiene un herpes. Lávese las manos con frecuencia. Use mascarilla. Quienes tengan un herpes labial o lo hayan tenido durante la semana anterior no deberían ir a visitar a la mamá y al bebé; en caso de hacerlo, deberán abstenerse de cargar al bebé.

Los recién nacidos son vulnerables a las infecciones porque no han tenido exposición previa a gérmenes para

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fortalecer su sistema inmunitario. Pueden enfermarse gravemente por infecciones que son inocuas para un niño más grande o una persona adulta.

Reduzca el riesgo de infección para su bebé: • Limite quién puede ir de visita y cargar al bebé. • Pida a los visitantes que no se sienten bien o que estuvieron expuestos a una persona enferma que no vayan de visita. • Use mascarilla. • Evite los amontonamientos y mantenga las salidas a lugares públicos al mínimo. • Amamante de manera exclusiva para proporcionar al bebé los importantes anticuerpos que ayudan a combatir infecciones por los primeros 6 meses. • Cúbrase la boca con el brazo, y no con las manos, cuando estornude o tosa. • Promueva la vacunación de los adultos para prevenir enfermedades, por ejemplo, herpes zóster, tos ferina (Tdap), gripe, o COVID-19. • Vacune a su bebé según las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP).

LA IMPORTANCIA DEL LAVADO DE MANOS Una de las mejores maneras de prevenir infecciones —tanto en bebés como en

adultos— es el lavado de manos. Siempre debe lavarse las manos antes y después de atender a su bebé. Puede usar un desinfectante de manos en lugar de lavarlas, a menos que estén visiblemente sucias.

CUANDO LA MADRE ESTÁ ENFERMA Y CONTAGIA • Use mascarilla.

• Lávese las manos con frecuencia. • Pida a su acompañante que atienda al bebé todo lo posible. • Siga amamantando.

LOS HERPES LABIALES Se trata del virus del herpes simple, frecuente

entre los adultos. Se contagia por contacto directo, como besar o tocar el herpes y luego al bebé. El herpes simple puede ser muy peligroso, incluso mortal, para un bebé.

La prevención de caídas del recién nacido

Aunque no son frecuentes, hay caídas accidentales que suceden debido a entornos poco familiares, los efectos de la medicación y el estar en otra cama o con otros muebles. Cómo reducir el riesgo de caídas de su bebé • No duerma con el bebé en la misma cama ni mientras se relaja en un sillón o sofá. • Cuando tenga sueño y esté a solas con el bebé, no lo coloque en contacto piel con piel, sino de forma segura en su moisés. • Mantenga la cama del hospital en la posición más baja y con las barandas laterales levantadas cuando cargue o alimente al bebé. • Siempre mantenga una mano sobre el bebé cuando esté en la cama o descansando en otros muebles. Nunca se retire ni le dé la espalda al bebé, ni siquiera por unos pocos segundos. Rregrese el bebé a su moisés o a la cuna antes de hacerlo.

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